miércoles, 30 de diciembre de 2009

martes, 29 de diciembre de 2009

Mi maestro me dijo que toda la gente que conocía que había ido a la India volvía bastante tocada con el rollo místico y que se pasaba el día exhibiendo su supuesta conversión hacia una superioridad que los demás nunca tendrán. Pedantería, vaya, porque en ese país sólo miran la tele y los bodrios de Bollywood.
La mayoría de gente fumeta que conozco y que tuvo la pasta y el tiempo para largarse ahí volvió del palo, con esas gilipolleces que a algunos nunca nos dejarán comprender para que ellos tengan siempre la profundidad y la sabiduría.
Hoy estaba ya otra vez en Berlin, sentado en el banco frente a la Gethsemani Kirche esperando a la bella prusiana después de haberme estado besando con todas las chicas del Duncker club por propio derecho y despecho. Llegó puntual entre la niebla que escondía la fachada roja y el campanario y en ese momento mis guantes de piel se habían detenido en los párrafos de un aforismo:
"Una joven que flirtea con su belleza no es casta;
un erudito que flirtea con sus conocimientos no es honesto".
Y pensé que estaba de acuerdo con lo que aquel chino había dicho dos mil años antes de Cristo y de tantas capulladas que hemos tenido que llegar a escuchar. Así que nos saludamos después de tanto tiempo y bajamos galantemente hasta la humareda del primer café con una bolsa de caramelos con una nota en la que apenas cabía una frase pero que contenía un mundo entero.
Así que al final conseguiste terminar esa obra de teatro?
Sí. Al final. En cuanto llegué a Barcelona me fui a entregarla al concurso. Y me voy a olvidar una temporada de los cabarets.
En mi época de noctámbulo por Barcelona, cuando erraba como un príncipe de un sitio a otro, me guiaba por una moneda. En Berlín hice lo mismo para pasar de un sefirot a otro, una moneda soviética que encontré en una de las tiendas de anticuario que suelo guardar en el pecho junto a la carta de una prusiana que me dejó pòr otro antes de pedirle nada, una enorme moneda con la que le pido al azar en qué parada debo bajarme, qué historia voy a escribir y a quien voy a llamar por teléfono. Porque es lo mismo. Tarde o temprano habré recorrido toda la ciudad, habré escrito todo lo que tengo que escribir y me habré acostado con todas, porque sólo existen dos tragedias, no conseguir lo que se desea y conseguirlo, las cuales nunca se sabrá cual es peor ,pero yo sé que me tocará la segunda y no la primera. Y mientras saludo con una sonrisa mi pobre habitación con más libros que lujos, me cambio tranquilo la ropa para volver a ser nadie de siete a cinco, la vieja música responde con la ironía de los tangos judíos, las luces rojas y azules de los balcones y otra sonrisa porque tu y yo somos lo mismo, futuros muertos que han vivido, pero que realmente han vivido.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Hace algo más de un año volvía a Barcelona como acabo de hacer, con el frío en el cuerpo y el corazón ardiendo intentando quemar todos los remordimientos que me habían dejado sin dormir y sin comer. Aquello que encontré en casa fue algo parecido a un desastre en lo sentimental y destinado a repetirse a peor en las siguientes ocasiones mientras me iba quedando sin dinero y la única opción parecía volver por donde uno había venido y probar fortuna con lo puesto. Durante algo más de un año reflexionaría largamente sobre la pérdida y los desencuentros, convenciéndome de lo inútil de los esfuerzos por salvar lo insalvable. Cuando los celos, la envidia, las decepciones, el egoísmo la vanidad y los muros se fueron alzando ya no hubo nada que hacer. Estando enfrente o alejados era practicamente idéntico.
La alfombra enrollada y yo golpeándola contra la pared intentando morder el polvo, la música quebrando la irresoluble paz de la madrugada más triste de la decadencia, todo imparable como el inicio del descenso, los golpes mellando los nudillos y el deseo de morir latiendo sobre negros corceles en sombras. Entonces vi que no soportaba la realidad ni mis fantasías, ni la distorsión de una paranoia provocada por el rechazo, la ausencia y la falta de afecto. La música de Brigitte Mira vomitaba que todos los hombres son unos criminales. Y sin embargo ellas son más que putas. Aquello se transformó en 1937. Los golpes de puño contra la alfombra, todo mi mundo destruyéndose. El amor se rió de nuestros personajes, de nuestras pretensiones, de todo. Me recordó que había nacido para perder y sólo para perder. Puedes conseguir levantarte, pero una mirada, una llamada, una frase de esa persona puede acabar con todo. Te romperás una y otra vez y sólo podrás pegarle a esa maldita alfombra porque todavía no quieres pegarte a ti mismo. Esa obra está terminada un año más tarde y veo que todo sigue tan inútil como siempre. Ahora seguiré escribiendo todo lo que tengo que acabar, que es mucho y a no mirar atrás.
Porque es absurdo. Absurdo. Absurdo.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Realmente grotesco. Todo muy grotesco, surreal.
Una vez más fue un error bajar a casa, puede darse, no digo que no. Sin duda depende de aquello que considere más importante y en eso pierdo y no dejo de perder, pero lanzo un nuevo deseo para todos aquellos que no ven nada en la navidad ni en los retornos, aquellos que no puedan apartarse de la escisión que llevan siempre dentro del pecho o sigan pidiéndole cuentas a la vida, perdiendo una mano teniendo comodines o arruinando sus sentimientos sobre los puentes rotos.
Incluso para los que no creen ni creyeron mis mejores deseos para estos días, aprender a perder y a ganar, a dejarse querer, aceptarse o reencontrarse con aquello que son.
Un abrazo y todavía felices fiestas.
Smoboda.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz navidad.
Me esperaban? He hecho un largo y penoso viaje saliendo de los 15 bajo cero que había en la nevera.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Mi año.





El largo camino trazado

No se llega a campeón sin sudar.
Epicteto

miércoles, 16 de diciembre de 2009


Llevo demasiadas horas sin dormir. No sé como me lo he hecho pero apenas me he levantado de la silla. He adelantado muchísimo pero ni aun así es suficiente. Esto no hay manera de terminarlo. Queda cerrar la historia, corregir, darle el formato técnico y escribir todas las acotaciones. Una locura vaya. Eso sí, debo decir que dnetro de todo me lo he pasado bastante bien. Incluso ha habido un momento en que me ha dado por reír por una idea que me ha venido a la mente y que he metido en el texto sin venir a cuento y casi a bocajarro, con toda la mala hostia del mundo. Durante la pausa del café llega Gunnar, que se ha comido toda la nieve que ha caído encima. Llega con un bulto envuelto en papel para envolver los bocadillos y me dice que es mi regalo de navidad. Si es que en el fondo es a la persona que más veces he visto en todo el año y la verdad es que ha sido un detallazo, hasta me daba lástima sacar el papel. Cuando he visto la colección de tazas me he reído un montón porque básicamente para este hombre soy el tío que está haciendo funcionar la máquina del café en la cocina a cualquier hora del día. Y no es mal regalo para un aspirante a escritor.

En cuanto al Dr, no sé si lo habrá hecho expresamente, cosa que dudo, pero se ha olvidado un par de expedientes encima la mesa. Y la historia que he leído es bastante cruda, como para escribir un libro. Involuntariamente también me ha hecho un pedazo regalo dándome una truculenta historia urbana, pero qué mal rollo de curro debe tener. Entiendo que últimamente esté siempre de tan mala hostia.



Otra noche cerrada y sigo escribiendo pese haber pasado el día y la tarde enfermo. La obra seguirá adelante conmigo o sin mí, pero la voy a terminar en el plazo acordado. Mi socia la griega me ha llamado para decirme que está enferma y que mañana coge el avión para que la vean, así que en principio me toca poner la música solo este jueves por la noche antes de largarme para Barcelona, pero la verdad es que no me veo con fuerzas, por lo que he llamado a la Rata para que me eche una mano, porque estoy que no me aguanto en pie. Me he implicado todo lo posible en esta obra y el resultado va a ser menor a aquello que tenía previsto, pero sin duda será un trabajo con cara y ojos y de principio a final. Por desgracia no puedo poner ni la mitad de las cosas que me gustaría explicar y tengo como norma el hecho de que 1937 debe ser viable, es decir que está concebido para ser llevado a escena y no puede aburrir ni cansar. Gente de todo tipo tiene que ser capaz de sentarse, entender la historia y salir contenta. El resto son ganas de llamar la atención. Para filosofadas existe un género llamado novela. Escribir para las tablas es otra cosa y no tampoco es tan fácil.

En teoría el buen autor debe dejar agujeros para que un director pueda aportar algo a la representación, por lo que no puede estipularse todo y hacer un texto cerrado y sin márgenes, que es la eterna tentación porque al fin y al cabo nos limitamos a reproducir aquello que visualizamos en nuestra cabeza. En cuanto a la inspiración, ya lo he dicho otras veces: las historias ya aparecen insinuadas en las letras de las canciones de los discos que he comprado en tiendas de anticuario aquí en Berlín Este, en las postales de época que tengo pegadas en la pared de mi habitación haciéndome compañía y en los espectáculos de burlesque a los que he podido asistir. En cuanto a la técnica escrita, sigo el patrón del esperpento dado por Valle Inclán, pero trasladado a la cultura catalana, que es donde transcurre la acción de la obra. Pese a que la historia empiece cronológicamente en la agonía de la República de Weimar y en ese Berlín que se estaba empezando a transformar en Germania, me he visto obligado a tratar sólo la parte barcelonesa, que es posterior: la guerra de teatros en el Paral·lel y los hechos de mayo del 37.


Estos días están saliendo cosas pensadas todo este último año, casi inconscientemente. Todas esas ideas que habían aparecido fugaces y no pude apuntar vuelven a brotar con fuerza y la cabeza, pese a que el cuerpo diga basta, sigue trabajando. Esta tarde he soñado con escenas de la obra. Estaba yo hablándolo con un público de gente vieja preguntándoles qué les parecían los cambios y ellos como si trataran de recordar su adolescencia me corregían o lo encontraban divertido o me decían, es mejor verlo así que como verdaderamente fue, muchas gracias.




En los años 70 y después de haber visto el musical de "Cabaret", Bowie quiso hablar con el autor del libro en el cual la historia se basaba, el señor Christopher Isherwood, para decirle entusiasmado que no sólo le había encantado la historia, sino también que le hubiera gustado vivir aquella época y que lo que más ilusión le haría era conocer el viejo Berlin, cosa que al final acabaría haciendo. Isherwood , en aquella época ya un señor mayor pero todavía muy pícaro, le contestó con esa flema tan típicamente británica: "Señor Bowie, recuerde que yo sólo soy un cuentacuentos."

martes, 15 de diciembre de 2009

Bueno, son las diez y media de la mañana y llevo toda la noche escribiendo. El plazo se acaba y saco fuerzas de donde puedo. Miro más fotos y algunas rompen el corazón, sobre todo donde salen niños. Ésta es una de un niño madrileño hablando para Radio Barcelona sobre el horror que se está viviendo en Madrid.


Niños muertos en los bombardeos sobre la capital.

La infancia en el bando nacional.

Los datos son escalofriantes. Pese a la guerra, la República española siguió desarrollando su moderno programa de educación, cosa prácticamente inexistente en el bando nacional, puesto que se devolvió la poca enseñanza que se impartió a la Iglesia Católica. Hay que tener en cuenta que en ese momento, el 75% de la población seguía siendo analfabeta. Fueron precisamente durante los años de contienda cuando en la zona republicana se imprimieron más libros que en ningún otro momento de la historia de España. En 1937 la República celebraba su sexto aniversario. En la actualidad hay gobiernos autonómicos que en dos legislaturas no realizan ningún progreso en materia de educación, un departamento famoso por ser donde toda socialdemocracia siempre va a gastar más dinero junto al de sanidad,pero donde precisamente hay que hablar de todo lo contrario a lo que podríamos considerar éxitos.

Esta era la plaza Cataluña en el 36. Es una de las muchas fotos tomadas en las que podemos intentar hacernos una idea de lo que fue el aplastamiento de la sublevación militar. Quizás con el tiempo, que lo trivializa todo, no seamos capaces de compender todo el horror que se encierra en esa imagen, pero para los que conocemos y hemos pasado por ahí muchas veces, por ser el punto neurálgico de la capital catalana, la foto sobrecoge por su crudeza. Verdaderamente se hace difícil imaginar que algo tan terrible ocurriera en ese sitio, así como tantos hechos se produjeron en zonas emblemáticas de la geografía española. Esos abuelos que hoy en día mueren sin acordarse de nada en esas hueveras llamadas asilos, sin embargo y para su desgracia lo conocieron, y muchos incluso participaron activamente, ya fuera en un bando o en el otro. Lo que hoy en día tenemos es culpa y gracias de aquello, porque si hay algo innegable es nuestra condición de herederos de todo eso.
A lo largo de todo este último mes he vuelto a leer intensamente sobre este tema que a tanta gente le gustaría dar carpetazo, pero creo que nunca en España, donde interesaba mirar más para adelante que para atrás, se ha hablado honestamente de lo ocurrido, por falta de interés por parte de algunos colectivos, por olvido intencionado por parte de otros y porque la tercera generación sólo ha sido capaz de verlo como algo bastante ajeno visto que considera que a ella le queda ya lejano. Lo que sí está muy claro es que atrocidades se produjeron en ambos bandos, como en toda guerra civil que se precie, y la española se excedió mucho. Europa quiso no verlo y taparse los oídos y más tarde sufriría en propias carnes un nivel de devastación que se había estado ensayando en tierras ibéricas. Si queréis mi conclusión a tanta lectura y tanto estudio, el país que tenía la clave de todo en el 36 y en el 37 y que arruinó las posibilidades de la República, no fue ni Alemania, ni Italia, ni Portugal. Tampoco la Unión Soviética, la cual tiene un peso de culpa extraordinario que se le quitó de encima por culpa del carácter reaccionario de los partidos comunistas del continente. Pero la clave de todo la tuvo desde el principio el famoso Comité de no intervención, que puso entre las cuerdas a la república bloqueándola e impidiéndole recibir apoyo mientras que por otro bando permitía a Alemania e Italia auxiliar a las tropas rebeldes. El país que pudo cambiar algo y que en cambio siguió promoviendo el aislamiento internacional de la Segunda República y el favorecimiento al bando fascista sabiéndolo todo fue Inglaterra. Incluso rechazó las pruebas enviadas por Madrid denunciando la infracción por parte del eje Berlín-Roma con lo estipulado en el Pacto de no intervención alegando que las prebas sólo podía presentarlas un país que fuera miembro del mismo pacto. Sucesos como los bombardeos sobre Guernica fueron tan espectaculares, que la prensa de todos estos países llegó a decir que habían sido los republicanos los que habían destrozado su propia ciudad. Además y ahí está todo, hay que tener en cuenta que hubo una empresa que se benefició extraordinariamente proporcionando combustible al bando nacional, el cual se financió a través de créditos y de las aportaciones alemanas, muchas veces financiadas a su vez a través de créditos. Esa empresa fue la Texas Oil Company. Por favor, no miréis a quién pertenecía. Inglaterra y Estados Unidos sacaron una gran tajada de todo. Franco no hubiera ganado nunca sin el apoyo de Hitler, de Mussolini y de Chamberlain. La Unión Soviética se beneficiaría de la situación del bando republicano alegando que no pensaba hacer menos de lo que directamente Alemania e Italia hacían con el consentimiento de los demás miembros del Pacto, exprimiendo la República como una naranja hasta volverla roja y espachurrada, pero no le interesaba demasiado que aquella ganara tampoco el conflicto, pero por lo que he leído, no creo tampoco que hubiera podido hacerlo. Sí que pudo prepararse mejor porque contó con un aumento de poder adquisitivo.
El famoso oro de Moscú no era precisamente poco.
Para los que no lo sepan, en aquella época España era la cuarta reserva de oro mundial.
Así que no era una guerra tonta. Los que dijeron que la ganaron tuvieron que estar años pagando deudas astronómicas.
Arruinaron a un país y arrastraron con ello a unas cuantas generaciones.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Introito

"Comeremos centeno pero seguimos siendo nosotros en la estrechez de las bambalinas. Encendamos las candilejas de 1937 para contentaros, querido público, contándoos qué es la ilusión que todavía pedís hambrientos desde las mesas. Tras correr el velo las sombras chinas os dibujan las conversaciones bajo nuestras sábanas, menos limpias que aquellas bajo las cuales duermen vuestras para siempre castas esposas. Miradlo así porque es como nos gusta. Habéis aplaudido la subversión de vuestro orden y al final os sometéis como perros a aquello que denigrábais. Vosotros sois los grandes comediantes del día mientras que nosotros actuamos en el también falso imperio de la noche. Y la noche es nuestra. Coged sitio, por favor. Las chicas están llegando."
1937. Nihm Smoboda

viernes, 11 de diciembre de 2009

Y las rosas de la electricidad se abren aún en mi memoria

Tengo que felicitarte. Tus compañeros están todos muy contentos. Todos quieren trabajar contigo. ¿Tomas algo?

Al cabo de media hora vuelvo a casa y me voy al Intersoup a ver como Gunnar empieza a poner los discos que le han llegado este mediodía por correo. Veo a mi compañero de piso bastante nervioso detrás de los altavoces, moviéndose de un lado para otro con unos auriculares que le abultan el doble de la cabeza. El sitio está que no cabe de gente y las camareras no dan a basto de servir cervezas de medio litro a gente cuadrada que berrea en lugar de pedir. Me quedo un rato viendo como Gunnar espavila y deja de sudar la gota gorda. Me espera un montón de avena y centeno en casa. No es que tenga mucha hambre pero no me lo paso bien y algo voy a tener que comer si quiero pasarme la noche escribiendo. Knut ya me dijo que me estaba volviendo muy cool comiendo esos mejunges de modelos gays o eremitas visionarios. Tengo de nuevo a Gary Numan diciéndome pasa de todo tío, mata a Newton y crea un nuevo canon, piensa en tu arte y lo demás que no importe. Eso almenos es lo que siento al escuchar las canciones del compact. La habitación es un búnker como todos los que hay enterrados en Mitte, una estructura para uno mismo. He celebrado mi año ahí dentro con los otros dos ocupantes de la vivienda y ha estado bien. Ambos me han deseado toda la suerte del mundo con 1937 y ya me han dicho que se lo pasan muy bien cuando me ven escribiendo a las nueve de la mañana en mi otra dimensión la mar de entretenido con todas esas cosas. En cuanto les expliqué de qué iba la obra ya me contestaron que menuda historia y que suerte. Si hace falta enviaré a Barcelona a todas las reinas del burlesque para que lleven el espítitu corrupto de Weimar a la Barcelona que en su día hizo palidecer Montmartre. Entre nubes de humos me parece vislumbrar todo ese mundo sórdido que sin embargo buscaba entretener a una sociedad que aceptaba ser criticada con tal de no dejar de estar entretenida.


Tú no lo verás así, pero a mí me gusta la gente que desprende un aura. Tienen algo que contar y sale desde lo más profundo de su ser. Yo tengo que crear tanto los puentes del Cocito como los que se elevan hasta Asgard.


Yo no creo en estas cosas.


Normal, tú quieres ser policía. Los policías sólo creen en el orden y ellos ya son el orden. No creo que necesiten nada más. Me gusta lo que dijo Sun Tzu, que pese a llevar muerto más de veinticinco siglos ya dijo en su día que en el fondo no le importó lo que una persona deba o no creer, pero sí que dijo en lo que no se debía creer. Ya dejó muy claro que nunca adores las armas por muy bellas que sean. Y él fue el que escribió el mejor tratado militar de todos los tiempos, incluso mejor que el de Maquiavelo. Pienso en lunáticos como Elvis o Phil Spector, que tenían auténticas colecciones y una vida afectiva bastante pobre, con lo que a medida que iban teniendo más se fueron hundiendo mentalmente. O pienso en todos esos que les encanta como si fueran una prolongación imposible de su pobre pene, condenándose a una niñez peligrosa. Jugar a los médicos todavía es preferible que a los policías. Al igual que las pintadas en el París del 68, apuesto por abrir más bibliotecas y hacer menos polideportivos. En cuanto a las personas gordas, a veces hace falta una enorme coraza para poder albergar un enorme corazón y tantos kilos de humanidad. Otros tenemos que meterle piedras en los bolsillos para que el viento no se nos lleve, mira tú qué bonito, porque nos quedamos en un estúpido esqueleto apagado hasta que un día recobramos las ganas de sentirnos vivos y decidimos volver a aprender a querernos.


Donde hay aura hay vida. No hay que creer en ello. Sólo saber qué es aquello en lo que uno cree en cada momento.

Por lo menos está resultando una bella maratón contra el sueño, leyendo una cantidad de páginas inauditas, reteniendo todo lo posible. Esta tarde vuelvo a tener seguimiento de mi trabajo, un montón de preguntas gilipollas y me van a volver a poner a prueba como si fuera su juguete. Los propietarios del local están ahí, pero al fin y al cabo ya están enterados de todo, porque siempre les pagan pasta a gente para que nos controle la calidad del servicio y esas huevonadas. Y yo digo: el servicio de por si es cojonudo: tenemos a un par de bordes que han conseguido que muchos clientes no quieran volver nunca más, a otro par que va tan enchufado que ya lo pagan con la cara, un nazi psicópata que echa a todo dios a hostias del local, otra que sólo está comiendo pastel y poniendo una música de mierda y yo que estoy hasta los huevos de que me hagan pruebas como si estuviera en el colegio de las monjas.
De qué te quejas? A muchos les gustaría estar aquí.
Yo estoy en 1937. Estoy en el cabaret de los chinos de la avenida del Paralelo. Ese que sólo existió en mi cabeza. Au revoir, tristesse.
Mi compañero de piso me pregunta si quiero tomarme un café con él y hacer unos cigarrillos. Lo dice como si estuviéramos en la cárcel o algo. El caso es que creo que lo mejor es poner a Gary Numan y coger fuerzas para la larga noche en la que espero darle la forma definitiva a mi obra de teatro.


Y sí, si a algunos les sonaba el tema, es la versión original de una de las obras maestras de Trent Reznor en su época "The Fragile". Como siempre esos sonidos que me recuerdan a los aviones que hasta hace poco surcaban el cielo de la ciudad. Recibo un mensaje de mi otro jefe, el del Mokum, preguntándome si quiero trabajar más en enero. Y no diré que no.

jueves, 10 de diciembre de 2009


El fin de la Unión Soviética también fue un nueve de diciembre. Qué curioso. Al cabo de unos años unas cuantas personas murieron en el atentado de la Plaza Roja de Moscú en idéntica fecha. Pero de lo que nadie se acuerda es que la Masacre de Nanquín, acaecida precisamente en 1937 también sucedió un 9 de diciembre. Al volver a leer sobre ella, sabiendo que no me haría mucha gracia por cuestión de tripas, me di cuenta de que preferiría hablar de ese otro 1937 antes que del mío, que estoy escribiendo esta noche en casa, la pasada y las que em queden antes de que se me acabe el plazo, pero todo se andará. Una historiadora china se suicidó tras las presiones sufridas por parte de las autoridades de su país después de investigar lo sucedido en ese negro episodio, porque la verdad es que tanto China como Japón desean pasar la página y hacer ver que eso queda atrás ahora que hay importantes intercambios comerciales por medio. Al fin y al cabo hay que construir un nuevo orden mundial, pensará más de uno, y es cierto. Y me quedo de piedra al ver cuantas cosas empezaron en 1937. El germen de la actualidad viene de esa década de los treinta porque las explicaciones de tantas cosas se encuentran precisamente ahí. Por suerte yo no hago ninguna denuncia, me remito a la frivolidad del cabaret y del "vive hoy que no existe el mañana", una filosofía que llevó a la ruina completa a una generación que se sentía rota, haciendo partícipe a una siguiente que se erigió en salvadora de todo comprometiéndose en exterminar todos los vicios para instaurar regímenes que durarían para siempre. De eso me ocupo a ora, de ambientar todo aquello. Lo único que dura son las secuelas de todo eso y la nueva descomposición en la sociedad de consumo, parecida en muchos aspectos a la de otrora. Y es que últimamente la prensa da mucha más relevancia a los artículos apocalípticos: Extinciones masivas de abejas como ya anunciaron los mayas, mutaciones de los virus, cielos tóxicos, deshielos irreversibles y canibalismo entre los osos polares por culpa del calentamiento global, famosas cada día más demacradas, continuidad de la recesión causada por el lobby judío y declaraciones de grandes analistas y expertos sobre el retorno de las fábricas en Europa, y el racionamiento, poniendo fin al sueño de la globalización por falta de recursos energéticos y el encarecimiento del transporte. Olvidemos las alternativas. Aún no es posible y no se destinó la inversión necesaria para hacer el cambio. Están en ello pero tardarán y lo capitanean los que ahora mismo tienen el control económico, no se había hecho antes hasta que estos grupos no se habían asegurado que los beneficios irían sólo para ellos. Porque como dijo Lampedusa en "il Gattopardo", "todo debe cambiar para que permanezca igual". Umberto Eco ya habló de una nueva Edad Media como la que empezó con una glaciación en el norte de Europa. Depende de lo que entendamos por Edad Media, que aunque fue Media duró mucho y creo que de por sí sola podría constituir bastantes edades, en todo caso las voces por eliminar un sistema de Seguridad Social, acabar con puestos de trabajo y reducir la población empiezan a multiplicarse. El humanismo al fin y al cabo es sólo una filosofía y las ideas no duran siempre porque los hechos cambian y éstas caducan o no pueden aplicarse más. Lo que hoy es moral puede que mañana sea escándolo. Sabiendo eso, tenemos que tener en cuenta que las generaciones escépticas no son buenas defendiendo nada, y la nuestra por principio no va a querer ser una excepción. Bastante tiene con protegerse de ella misma. Somos el resultado de las enfermedades de nuestros predecesores, pero esto no es nada con el monstruo que vamos a engendrar. Livia reía porque estaba criando una serpiente en el seno de Roma. Y es posible que Tiberio alarmado siguiera como Saturno devorando a sus hijos aunque no le quedaran, pero en vano. Y es posible que aquello que salga de nuestras entrañas nos denuncie y destruya sin piedad. Ya lo hicieron las Juventudes hitlerianas con sus padres. Y en los sesenta, esa década tan liberal, también se vivió una revolución cultural pero en la otra parte, donde los jóvenes que llevaban en el bolsillo de la chaqueta el libro rojo de Mao apalizaban a sus padres, no tan jóvenes y menos puritanos, y hacían que el Partido los enviara a centros de reeducación, unos arrozales alambrados donde morían como moscas. Todo esto pasó ya pero pasó y no sería nuevo si ocurriera. Almenos hay un tejido social que poco a poco y sin darse cuenta se ve predispuesto. Lo apocalíptico ahora mismo gusta. O no, pero da morbo. Sabemos que no podemos hacer nada por mucho que hagamos y eso nos hace libres para morir o matar. He leído como terminó la civilización egipcia, de la que tanto se habla. Después del incesto en todas las capas de la población, después de las catástrofes, las plagas y las hambrunas, vino el canibalismo y quedaron reducidos a la barbarie. La cultura griega también murió con sus árboles quemados por las guerras. No se pudo plantar y dependieron de cualquier nación extranjera. Muchos de los grandes imperios fenecieron pocas décadas después de que su clima y orografía sufrieran una gran alteración. He visto que el escepticismo también preludiaba esos ocasos. Los puritanos han denunciado numerosas veces que ha sido el auge de la bisexualidad lo que ha terminado con todas ellas. Griegos, romanos y esos tipos con medias y pelucas y clavicordios eran todos unos maricones y se pasaban el día haciendo orgías, como si fuera lo único que habían hecho en quinientos años, cosa imposible porque la moral cambia, incluso en la vida de un solo hombre. Irónicamente es muy probable que se nos compare con griegos, romanos o ilustrados, porque siendo como somos y tantas veces no queremos ver, eso es lo que pensarán de la sociedad de consuno en cuanto nos estudien o más bien diseccionen, resaltando a todas esas drags, el consumo masivo de drogas, telemierda y porno del cutre. Pero por suerte esos "puritanos" no tienen razón, porque nuestro escepticismo dice que esa es como una mujer y a una mujer no la tiene nadie, y son muchos los otros imperios que han caído precisamente por lo que ellos enaltecen, por reaccionarios y por querer ir hasta el final hasta despeñarse, como lo hizo el español del siglo XVII o la Unión Soviética hasta el 9 de noviembre, aunque no se conmemora que se haya suicidado porque sus ex dirigentes siguen dirigiendo tantas cosas de las que se depende.
Los llamados vicios existieron siempre, más escondidos o no. Forman parte de nosotros. En sociedades superpobladas han sido siempre más evidentes. Berlín, ciudad en la que "convivieron" dos sistemas opuestos lo demuestra: en el oeste la juventud se destrozó con la heroína. En el este, como en Polonia y en Rusia, todo el mundo estaba alcoholizado. En el oeste se producían escandalosos asesinatos. En el este una cantidad inaudita escalada de suicidios.
No me vale ninguna teoría moral para describir el fin de la civilización. El libro sobre Gibbon sobre los romanos tiene cosas buenas pero no tiene ninguna autoridad ni la deseamos. Tampoco me vale ningún discurso milenarista. Dentro de unos años se va a acabar todo, porque nada permanece aunque todo vuelva, pero no todavía, para desgracia de la vida, que debe estar bastante cansada de nuestra antipática especie. Lo que sí es cierto y viendo toda esa gran cantidad de medios que en cosa de dos años han cambiado bruscamente de tono porque es como ven que pueden conectar con la gente, para controlarnos, sí que es posible que todos estos miedos generen un monstruo colectivo. Sí que es posible que en pocos años pidamos ser protegidos y pasemos a una masa. Sí que es posible que ocurran muchas cosas. Sin embargo por mucho que a algunos se les quite de enmedio de la forma menos honrosa, creo que continuará habiendo muchísima inmoralidad en las costumbres, aunque sea a puerta cerrada, como pasa en los mejores matrimonios.
"Es inútil, el abismo al que me empujas está dentro de ti"
La esfinge a Edipo en Edipo Re de Pasolini.
Me despierto a las ocho de la noche. Buen momento para empezar el día. El Dr. está preparándose un café con cara de trauma: le toca estudiar varios informes y tengo a Einstürzende Neubaten sonando a todo trapo, lo que le deprime todavía más.
-Podrías bajar el volumen, por favor?
-Claro.
-Lo siento pero es que vengo de la cárcel. Tenías razón, el nuevo trabajo es muy chungo.
-Os quejábais de las guardias en el Krisendienst pero ya habéis visto. Doctor, ya os lo dije, en esta vida no regalan nada. Cuando os pagan mejor es porque hay mucha más mierda. Pero ahora almenos conocéis gente interesante.
- Oh, eso está claro, mi trabajo sería perfecto para ti. Si necesitas inspiración deberías venir un día conmigo. Me han contado cada historia que es para hacer un libro.
- Faltará que sea verdad.
- Tengo los informes.
-Podría echarle un ojo.
- Eso es confidencial.
-Venga, va. Hagamos ver que os lo habéis dejado encima de la mesa y que yo he pasado casualmente por ahí. Así lo hacíamos en la Administración Pública.
...
...

martes, 8 de diciembre de 2009

Hoy celebramos el aniversario del sitio web menéame, que coincide con el de ese músico tan entrañable llamado Tom Waits y con el ese loco de Bernini, el único capaz de esculpir en mármol el orgasmo de una mujer haciéndola pasar por una santa entrando en éxtasis. Además Noam Chomsky debe estar soplando 81 velas por su cumpleaños mientras su libro "El poder estadounidense y los nuevos mandarines" se convierte en un clásico del siglo XX. Y es algo de lo que debe estar contento este auténtico disidente, porque en un día así también siglos atrás, otro de los grandes pensadores de la historia corría peor suerte, puesto que fue también un 7 de diciembre cuando la cabeza de Cicerón, el retórico que no creía en los dioses, terminó servida en una bandeja de plata.


Intenté jugar una partida de ajedrez con el cocinero del Intersoup, pero él también ha caído enfermo, porque por lo que se ve parece que están cayendo como chinches. Por estas épocas la gente está todavía más triste y eso hace que sean más proclives. Así que volví a casa, seguí escribiendo mi obra de teatro y me he permitido una breve pausa. O no tan breve. La cuestión es que es noche cerrada y que dormiré después de desayunar y ya me levantaré una hora antes del trabajo, porque así seguirán considerándome ese chico feliz, que es como todo el mundo me ve aquí. Hoy puedo decir que estoy haciendo verdaderamente lo que me gusta, sin interrupciones para cubrir a nadie, sin tonterías de por medio. Pasé por Wohnzimmer para comprar tabaco para mi compañero de piso y el nazi estaba oyendo a Bach a todo volumen intentando echar a fuera a toda la gente.

"Sabías que Pete Doherty ha cantado el Deutschland über alles en München?"

Sí y que lo han arrestado este sábado en Berlín, por tirar una jarra de cerveza en Kreuzberg, cerca de donde tu estabas pinchando. -me contesta riéndose- No te enteraste?

"Ne."

lunes, 7 de diciembre de 2009

Me despertó el teléfono con lo de por favor ven a trabajar. Contesté malhumorado que tenía libre y otra vez con el por favor a punto de darle un ataque. Déjame dormir una hora, he estado hasta las seis metiendo música. La próxima vez no os voy a coger el móvil. Evidentemente he sido cadáver toda la noche detrás de la barra y la gente bastante gilipollas, para variar. Además el lavavajillas volvió a estar estropeado, aunque creo que siempre lo estuvo, y el mejor momento fue cuando estuve haciendo lavadoras con todos los trapos del local, porque te metes en un sótano rollo búnker en un estado de aislamiento total y te dedicas a doblar paños, muy relajante y bonito para conseguir sentirte alineado, pero no ves a nadie. Tengo que agradecer a mi curro que gracias a ellos le haya cogido fobia a la gente y a los putos bares.

Una vez en la superficie vuelves a servir a esos turistas americanos que dicen las cosas como si lo supieran todo. Le comento a mi compañero el Drogas que se nota que los yankees están en crisis, porque han dejado de dar propinas, pero parecen más contentos, porque con Obama todo va a cambiar. Igualmente siguen sin darse cuenta de que nos caen como el culo.

Entonces entra un ruso con un amigo y me ordena que le ponga una cerveza. Hago ver que no le entiendo. Supongo que mi amigo Wladimir Kaminer no tendrá huevos de comentar nada sobre el capullismo endógeno del ruso berlinés, ese ser retrógrado que se alimenta a base de latas de Soljanka compradas en Aldi pero que se comporta como un cacique cuando entra en un bar. Basta con cobrarles más caro para que no vuelvan. Normalmente no miran la carta. De hecho no miran nada que no esté en cirílico. En cuanto el hombre con forma de bola sale por la puerta pienso que el mundo es un lugar jodido: hay rusos y americanos, gas y petróleo. Muy chungo.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Al volver de la cabina, el propietario del Cake bar me dice:
- Ah pero tu eres catalán? Pensaba que eras griego.
- La griega es la otra. - contesto mientras le cambio las pilas a la linterna.

Normalmente se piensan que soy ruso, y los rusos no caen bien. No porque el ejército rojo violara repetidamente a todas las berlinesas tras hizar la bandera soviética en el Reichstag, si no porque la mayoría son bastante mafias, con el permiso de Wladimir Kaminer, el cual escribe libros aburridos sobre rusos en Berlín con un humor bastante difícil de entender. Curiosamente Kaminer vivió muy cerca de donde estoy yo, pero en los años 90.

- Mi abuelo era catalán.- me suelta con una ancha sonrisa.
- En serio?
- Sí, pero de la diáspora, de la comunidad sefardí expulsada en el siglo XV. Más de 500.000 personas. Existen pueblos en Grecia y en Turquía donde se habla un catalán parecido al de las Baleares. Te sorprenderías mucho.

Empiezo a meter música y a la tercera canción una mujer se me acerca y me pide el nombre de la canción. Hasta aquí normal. Me tomo mi zumo de manzana y cambio a soul porque tampoco hay mucho movimiento. Alguien comenta que debo estar enamorado porque estoy poniendo Nat King Cole. Tengo tres horas para meter la música solo y me prometo no poner ni un tema que hubiera sonado la noche anterior porque creo que es la mejor manera de aprender. Al cabo de un rato viene un hombre a felicitarme y me doy cuenta que es el marido de la señora que me había preguntado por el tema. Me dice que tiene un bar en Kreuzberg y que como les estaba gustando la música si era posible que yo pusiera discos para ellos. Me quedo bastante sorprendido. En pocos minutos me está dando su número y la dirección del local. En ese momento entran juntos y sin conocerse mi compañero de trabajo Jerome y Thomas, la rata. Jerome es un Dj buenísimo y es capaz de llenarte un local en media hora a ritmo de postpunk, muchas veces grupos que sólo conoce él, porque se dedica a ir a todos los conciertos en los que sólo se presentan 4 gatos y siempre comprará el cd. Thomas es el que pincha vídeos y ese también puede ir solo. Parece sacado de un parágrafo de Dickens, con sus guantes rotos, el pelo para atrás, su fiero aspecto de roedor y un purillo en la boca soltando virutas por todas partes. Hago las presentaciones y se ponen a beber y a criticarme, claro. Lo que era de esperar. En ese momento la música ya es mucho más bestia y bastante gente sigue el compás con la cabeza. Las tres chicas que estuvieron el viernes vuelven a venir y se sientan en el sofá del rincón. La camarera trae más zumo y la griega llega bastante echa polvo dándome las gracias por cubrirle la ausencia. Le digo que quiero hacer una pausa para hablar con los Dj s y me pide que hagamos batalla. Así que empezamos a matarnos y a subir el volumen,a buscar canciones con las que responder y acabamos en un duelo de electrónica, bastante a lo bestia porque quemamos la noche poco antes de la una. Otro compañero del curro se presenta con su novia e incluso llega el negro, el Dj del CCCP, por lo que eso parece más un tribunal que una sesión. Jerome ya me dice que soy un dj muy amable con la gente, Thomas que suba los graves y por un momento pienso que no me van a dar el permiso de circulación. Por suerte no invité a ninguno de los Djs dark, porque a la que nos pusimos grufties, nos tiramos un buen rato con oscuridades que ninguno de ellos suele poner. Al cabo de un rato el roedor se va al Lido pq es colega de uno de los que pone la música ahí, y le digo a la griega que no hay que poner ni un tema del viernes si queremos aprender y poder sonar al otro lado de la calle, que es donde están los grandes, porque eso de meter la música tan cerca del Lido frustra más que estar en la otra punta de Berlín, pero por lo menos es posible hacer battles sin repetirnos y poder cambiar de estilo con bastante elegancia. Al final nos tiramos toda la noche hasta las seis y son unos cuantos los que tienen intención de pasar por el Mokum el próximo jueves 17 para tener otra fiesta, aunque ya les he dicho que ahí pongo más años 90. De todas formas me ha gustado ver que algunas personas que estuvieron anoche vinieron también el sábado y que se lo volvieran a pasar bien, la verdad es que hacen las cosas más fáciles y se puede decir que da gusto poner música para una gente así. Pasados los miedos deebo decir que ha sido muy bonito tener a tanta gente conocida junta, ver como hablaban entre ellos, fumaban sus pitillos y tomaban sus copas.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Después de haber dormido cinco horas me doy cuenta de que mi habitación se ha convertido en una auténtica perrera. Abro la ventana y literalmente muero al dejar que una ráfaga me invada el refugio. Me duele todo el cuerpo de estar toda la noche de pie poniendo discos y empiezo a tener la piel jodida por todas partes. La comida se ha quemado toda y me sienta fatal, hasta el punto que casi la devuelvo. Estoy por llamar a la griega y decirle que esta noche luche sola con los leones, pero precisamente tengo que empezar con la música yo solo. Mi compañero de piso aparece con su habtual hey man, how was your night? Do you have a cigarrete? Y me siento como si me hubieran calcado la tarde de otra tarde que viví idéntica en otra tarde, por lo que al final le suelto: Un momento, esto ya ha ocurrido otras veces, no? Y el tío se larga riéndose de una manera que me recuerda al monstruo de Frankenstein, todo muy siniestro. Y cómo fue la noche? Pues bien, realmente bien. Las camareras eras unas gilipollas pero acabaron entusiasmadas con nosotros y creo que somos colegas, la gente al principio peor que sosa, algo bastante alemán y después se han dado cuenta de que están todos más solos que la una y han preferido divertirse. Fue curioso porque vino un muchacho italiano a pedirme el Bela Lugosi is dead y me hubiera esperado un montón de solicitudes distintas pero nunca esa, así que cerramos con Bauhaus y la verdad fue todo un placer, pero es muy desagradable que te paguen con esa música, porque a la que coges los billetes y sientes como el riff de Daniel Ash lo traspasa todo, te das cuenta del poder maléfico del capital y de como todo tiene un precio, y vuelves a casa con el batir de alas de cien murciélagos, el tranvía te espera a punto de arrancar enloquecido y en su interior sólo hay gente destrozada y otra que está pidiendo, poco más. Entonces la mujer me pregunta que qué estoy leyendo y lo primero que pienso es so zorra a ti qué cojones te importa a estas horas de la mañana, tu lo que quieres es otra cosa y le digo que el libro se llama La naranja mecánica, los raíles crujieron y alguien vomitó ahí mismo, todo muy berlinés. Sinceramente me pareció horrible: Pinocchio y los gilipuertas volviendo flipados del país de los juguetes. Ashes to ashes. Te quedas delante del espejo al levantarte ver la perrera que tienes montada y te acuerdas de cuando quedaba media hora para la función y todavía tenías que maquillarte. Entonces te metías un montón de mierda en la cara para ser otro o dar más miedo y era divertido. Ahora lo haces para disimular los destrozos y realmente eres un monstruo, pero el que tienes en el retrato de tu habitación ese sigue igual.
He salido al supermercado a comprar zumo de pera y la calle apestaba a Krafwerk, incluso todos esos rotulos no tenían vida, y los productos en los estantes parecían tristes, sin ningún tipo de interés. La temperatura sigue descendiendo y como esas melodías hartamente repetitivas, todo se reduce a la más mínima expresión.

viernes, 4 de diciembre de 2009



La griega me llama a las cuatro de la tarde pidiéndome si esta noche puedo poner música en el Cake.

"Ésta y las que hagan falta, darling. Sólo necesito dos cafés para volver a ser yo."

Siempre he dicho que Kreuzberg no es mi sector. Para bien o para mal mi zona es el odiado Prenzlauer, ese experimento conspiranoico lleno de nuevos matrimonios, cochecitos y mujeres tomando latte machiatto mientras leen la revista Stern. Vas a acabar así, -me dijo mi padre hace unos meses cuando vio el percal- éstos eran los que hace cinco años iban como tú, vestidos de negro y las botas hasta las rodillas. Porque de los siete sabios mi padre era el octavo, pero los otros se pusieron de acuerdo para echarlo por listillo y socarrón. Tanto Barcelona como Berlín son auténticos escaparates. Londres no quiero ni imaginármelo. En el fondo todo es una gran mentira y pienso que debería haber prestado más atención a las clases de teatro para no salir de tono, pero uno en ese momento estaba por lo mismo que ahora: escribir. Y es curioso porque me estoy dando cuenta de que todo lo que estoy haciendo aquí básicamente lo he aprendido en Berlín: tanto mi trabajo, como mezclar la música, como lo de escribir con tinta y pluma en papel de partitura, como lo de encontrar nuevas maneras para hablar de las mismas cosas que nos preocupan a todos, todo eso viene de Berlín. Si no de qué estaría cargando cajas de cerveza a las seis de la mañana, simplemente porque creo que servirá de algo. Pero la verdad prevalece: escribo, pero no soy escritor. Todavía no. Es una situación que se reproduce día tras día y año tras años. Y sin embargo las cartas del Tarot dicen mucho de la misma manera que las entrañas de los gallos negros anunciaron que Enrique de Navarra sería rey de Francia, y en una situación desesperada esos arcanos menores fueron lo que me dieron un ánimo capaz de separar montañas, aunque tuviera que terminar con el vientre abierto. Y sé que es mi tozudez en seguir un camino que no es el directo lo que me lleva a una situación en la que está todo bloqueado, pero esta es la ciudad de los bloques y los bloqueos con lo que es el mejor lugar para estar así. Un año lleno de revelaciones y decepciones, pero en el que se está viendo todo y va disipando las confusiones que no me dejaban elegir correctamente.

miércoles, 2 de diciembre de 2009



ET TIBI DABO CLAVES REGNI CÆLORVM

Esta es la historia de un futuro libertino ante la blanca fachada de San Pedro del Vaticano. En cuanto un cojo que pide limosna le dice que la sorprendente basílica fue erigida gracias a las indulgencias vendidas en Germania por el Arzobispo de Magdeburg, se da cuenta porqué precisamente en esa ciudad hanseática Martín Lutero empezó la reforma protestante, la cual los había llevado a dos siglos de guerras de religión, el primero de oro y el segundo de auténtica podredumbre.

La bella Irreverència es la historia que más he cuidado durante estos últimos años y viene a ser prácticamente un amor no correspondido, causándome continuas frustraciones. Es el talón de Aquiles de mi existencia, y la que me ha llevado a peregrinar por las distintas cortes europeas buscando los restos de un tiempo por suerte perdido. Últimamente he estado investigando sobre el conglomerado que fue el Sacro Imperio y sus distintos reinos, en particular el de los sajones. Y tengo que decir que lo único con lo que me he encontrado es con la punta de otro iceberg, por lo que a este paso podría acabar perfectamente como Borges, acumulando tal ingente cantidad de material que después no osara escribir ni una línea por miedo y vértigo. Precisamente estoy con eso, encontrándome delante de un gran bagaje de historiador esperando ser moldeado con la prosa más elegante, cuestión de putas formas.
Además me enfrento a los plazos para finiquitar 1937, la cual finalmente queda como obra de teatro y si en un futuro la convierto en novela será para contar aspectos distintos sobre los personajes que no se mencionen en las tablas, es decir, en novela como complemento a la obra, no como adaptación de la misma. Mi amigo y compañero de piso Gunnar está transformando los discos de vinilo a mp3 para que pueda presentar la música en el dossier del proyecto escénico. Me ha parecido verlo bailando solo en la habitación, pero haré ver que no me he enterado. Pienso en las corruptelas, en los círculos de conocidos y en las escasas posibilidades de ganar un premio donde hay tanto patrocinador y tanto dinero. Sin embargo el trabajo bien hecho siempre llega a algún sitio y los puertos son bellos no sólo por las bahías, sino también por los navíos que abrazan.
Y de eso se trata, de acumular tazas de café. abrir de cuando en cuando las ventanas para qu entre el aire y dormir poco o mucho para después no levantarse de una mesa donde todo son papeles y hojas arrancadas de los cuadernos, una pared que era blanca y ahora tiene todas las postales de época pegadas como si de recuerdos de juventud se trataran, la cama revuelta y el libro de Khayam recordándome que todo es perecedero encima la almohada. Releo y me río con las anécdotas del Voltaire, siempre tan arrogante, indiscreto e ingenioso, ese calavera dispuesto a arrancar una carcajada, cráneo privilegiado, como diría Valle. Busco un disco de música clásica, intento sentirme vivo.