martes, 23 de marzo de 2010


Otro día más de trabajo. En cuanto salga, a coger la maleta y para Leipzig. Serán dos días de escritura furiosa en el cuaderno que me compre en el camino. Hay demasiado que vomitar.
Tengo 31 años, pero la gente dice que parezco un enfermo. Tengo la piel tan blanca que se pueden ven las venas azuladas, extrañas manchas por todo el cuerpo y una paranoia creciente.
- Quiero irme contigo.
- No. Me voy solo... Y con Smoboda.

1 comentario:

Diana de Méridor dijo...

Monsieur, maravillosos los dias de escritura furiosa. Uno esta mas vivo que nunca, cuanto mas vomite.

Feliz fin de semana

Bisous