sábado, 6 de marzo de 2010

La carta que Rogers Waters con su asquerosa sinceridad ha escrito a un amigo de Chile me ha llegado al estómago. Muy cínico y a la vez tremendamente realista. Después de Haití ha empezado un nuevo circo, pero algunos por suerte tienen muy claro el porqué.
En cuanto a la carta escrita por la señora O'Connor acerca de los escándalos sexuales en el Vaticano, poco voy a comentar: Benedicto XVI tiene muy claro que va a ser un reformador de los intestinos de la Iglesia católica, pero pese los contínuos casos de abusos de menores en distintas diócesis que en estos últimos tiempos han salido a la luz, parecía todavía más preocupado en tocar el piano hasta que finalmente se alzaron voces destapando lo que también hizo su hermano carnal con algunos de los chicos del coro de Ratisbona. Si tenemos en cuenta que en estos momentos el Papado es la monarquía más antigua de la historia y una de las más influyentes en la moral del mundo, la noticia no es pura bagatela: El posicionamiento de la Iglesia es muy contrario al comportamiento de los que ejercen su ministerio y pese a una condena nominal, no se está viendo que se haga demasiado ante hechos tan graves.
En cuanto al dato de que China es el país con más esperantistas y teniendo en cuenta del favor que esta lengua goza a día de hoy por parte de la disctadura de este país (ejercida sobre una de las mayores capas de población del planeta), nos hace pensar que el proyecto de una lengua común de origen neutro sumado al autóctono de cada región, no es tan estúpido como algunos decían. Si finalmente el mundo anglófilo empieza a declinar por el poco peso de su área económica, habrá que pensar en empezar a desempolvar esos curiosos manuales de gramática inventada en su día por un oftalmólogo del siglo XIX, porque ser conocedores de un lenguaje sencillo, directo y universal, puede ser algo mejor que peor. Algo a tener en cuenta.
En cuanto al hecho de que Alemania no quiere auxiliar la economía quebrada de Grecia, recordarles a todos los que critican la postura de Berlín que la Canciller ha dicho que lo que su país piensa hacer es ayudar a luchar contra los especuladores, es decir, a encontrar responsables y en recuperar algo que se ha robado, pero que no piensan meter dinero en ningún agujero sin fondo, lo cual veo bien, sabiendo que detrás de Grecia viene España, país de pelotazos y de gente que se ha enriquecido, gente que ahora mismo sigue haciendo negocio con ese dinero que también falta y que va directamente a la especulación en el sector de la alimentación, algo todavía más peligroso que jugar con el ladrillo. Porque el reventón de la nueva burbuja que se está formando puede ser aún peor que el de este bienio.

Las noticias? No me gustan, la verdad, pero nunca han dejado de interesarme.
Como siempre la hipocresía de cuanto más lejos mejor. Pero el día que éstas llaman a la puerta y te pringan entonces es demasiado tarde.

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