lunes, 21 de septiembre de 2009

Una caída de 120 metros de altura acabó con la vida del mangaka Yoshito Usui, creador de la serie Crayon Shin Chan y en paradero desconocido desde que el pasado 11 de septiembre se despidiera de su familia para practicar senderismo en el monte Arafune, una zona rocosa perteneciente a la prefectura de Gunma, Japón. 17 miembros de la policía rescataron el cuerpo del popular dibujante mediante el uso de un helicóptero a causa de la marcada accidentalidad del terreno. Usui, que había comenzado trabajando en un supermercado para poderse pagar las clases nocturnas de diseño, pasó por el mundo de la publicidad para terminar dedicándose plenamente al manga. En 1990 la imprenta publicó por primera vez al impertinente Shinnosuke Nohara, un niño experto en meter a sus padres en situaciones verdaderamente comprometedoras y a la vez un fresco cotidiano de la vida social en Japón con un humor cargado de groserías subidas de tono, en ocasiones capaces de desternillar de risa hasta al más serio. Eso es lo que queda. Y por eso pienso que este hombre nos deja pero nos ha dado un gran regalo. Por alguna extraña razón las muertes de los humoristas parecen las más tristes, posiblemente porque nos damos cuenta de lo difícil que es que nos hagan reír y por lo poco que a veces lo valoramos, puesto que al fin y al cabo este tipo de personas tienen algo de grandeza, ellos son capaces de hacernos pensar de un modo sano y de hacer de este mundo un lugar algo mejor. Gracias por los buenos momentos y hasta siempre.

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