
jueves, 26 de febrero de 2009

domingo, 22 de febrero de 2009
Domingo por la mañana
La nieve cae por doquier. A primera hora de la mañana unos trinos saludan a los noctambulos, a los camareros que pegan el cierre y a los primero coches que cruzan raudos un pavimento impracticable. Copos pegandose a la ropa tras danzar ferentico entre el aire. Daniele Ivanovich camina a mi lado a la salida del bar clandestino: ''Prenzlauer le gusta a todo el mundo, pero yo naci aqui y era un lugar muy triste. Y lo sigue siendo. Que las fachadas esten pintadas de colores no esconde nada, pero para unos dias de vacaciones supongo que esta bien''. Franziska nos coge del brazo para no resbalar en las accidentadas aceras nevadas de la Letterstrasse. Los pulmones son autenticos depositos de hielo, el vaho exhala de nuestras bocas en las largas conversaciones a casa. ''Ahi estaba mi escuela -dice- al lado de la disco donde sueles salir de fiesta''. ''Tu imaginate a viejos maestros de esos de toda la vida hablandoles de Thalmann a niños de 6 años:Thalmann era un gran heroe, invencible, casi con superpoderes''. Y ahora Prenzlauer es el encantador paseo arbolado donde jovenes matrimonios pasean a los niños.
Llego a casa y me hago el cafe que he comprado a medias con mi compañero de piso, el cual esta entusiasmado con los diseños que se han aprovado para remodelar la estacion del Este. Intentan darle a esto un aire de capital que nunca ha tenido. Y lo saben. En los roaring twenties Berlin contaba con mas habitantes que ahora y eso les pesa en la conciencia. Pero la impresion de que no se deja de construir es fabulosa. Uno tiene la impresion de estar involucrado en un proceso.
Mientras las tostadas saltan dos metros encima de mi cabeza y el cafe chorrea de la maquina con un ruido infernal intento darle la vuelta al dial de mi emisora buscando la frecuencia ideal, un par de anuncios absurdos y encontrarme con esa maravillosa voz negra.
Estan escuchando Radio Smoboda...
sábado, 21 de febrero de 2009
Descarriando a la madrugada



sábado, 14 de febrero de 2009
Lupercales
Febrero era el mes de purgar segun el antiguo calendario romano. Efebos semidesnudos corrian durante las lupercales, fustigando a cualquier persona que encontraran considerandolo como algo divino. Las mujeres esteriles se exponian para poder lograr la ansiada fertilidad. Marcas purpureas quedaban en las espaldas de las matronas, augurando una extensa prole. Purpura era el color de las prostitutas y lobas era su nombre porque vestian lucian esas pieles. François Villon conto que vivio un invierno tan frio que los mismos lobos asolaron las calles de Paris. Cada dia aparece una niebla antes de que empiecen las nieves de antaño. Siempre los recuerdos. Montones de papeles manchados por vasos volcados encima. Nieve a primera hora de la mañana, cuando todo el mundo empieza decido caer. Helmotplatz amanece cubierta de blanco. La primera ventisca no me hace olvidar el esfuerzo y ahi llegan los perros, siempre ahi, disfrazados en el aire, paseando de nuevo jadeantes, una vez mas. Escucho esta cancion, procuro trabajar de forma incansable tratando de romper barreras. Cuando pocas cosas se sostienen, cuando todo carece de sentido llega el momento de redencion, la expiacion, los deseos incontrolables, las confesiones mas tristes, el momento de lanzarse a las presas y escapar de los perseguidores, el lugar ya es un mero escenario. Hay que buscar la plenitud, purgar lo pasado, destrozarlo hasta que lloren los ojos, duelan los brazos, sangren las encias. Ahora ya no hay creencias. Decidme a quien quisierais ver, que recuperariais, en que os convertiriais, a donde os dejariais llevar.
lunes, 2 de febrero de 2009
XXX
Berlin está todo nevado. Ceno una sopa caliente en el bar de mi calle, escribo cartas. Recuerdos.
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